Este blog forma parte del proyecto Diario Intimo de una Ficción Verdadera. Se realiza dentro del marco de la materia Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, División de Ciencia Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades, bajo la dirección del Mtro. Sandro Cohen.


domingo, 12 de febrero de 2012

Entre el amor y lo profesional

Hoy sentí la necesidad abrumante de expresar lo que siento en mi corazón, pero la gente de ahora no es para nada confiable.

Hoy me enteré que mi esposo me engaña con otra mujer. Estoy asombrada, pues nunca imagine que después de haber dedicado a él estos últimos diez años de mi vida, tomaría la decisión de engañarme. Muchas preguntas pasan por mi mente ¿quién es esa mujer?, ¿desde cuándo está entrometida en nuestras vidas?, pero sobre todo me inquieta saber ¿qué es lo que pasa con él, que no le resulta satisfactorio tener sólo una relación?

Entre más lo pienso, más me duele el hecho de sentirme traicionada. Todos los momentos difíciles que pasamos, tan sólo ayudándonos con nuestro amor. Y ahora ¿cómo saber qué es real en ésta relación?

Me encontraba en la escuela, en mi clase de doctrinas políticas y surgió el tema del abuso a la mujer en el renacimiento. Me parecía increíble el hecho de que justo el día que me enteraba de ésta dolorosa situación, todo a mi alrededor parecía hablar sobre este tema. Comenzaba a escuchar opiniones del grupo sobre esta situación, algunos decían que era la necesidad femenina ante una sociedad, el tener que soportar al marido para no ser la burla del pueblo, y otros decían, que la mujer tomaba venganza al estar en ésta situación.

Ambas respuestas me parecían adecuadas para mí, pero ninguna me satisfacía lo suficiente como para tomar una decisión.

Después de clases me dirigí al trabajo, ahí estaba una de mis amigas llorando por una situación similar a la mía. ¿Qué aconsejarle? yo no era la más indicada en ese momento. No hubiera podido comentarle lo que pasaba en mi vida, no después de haberle dicho que al cumplir diez años de matrimonio, yo era la mujer más feliz del mundo. ¿Cómo decirle a las personas que yo, ya no tenía familia? Es una interrogante que espero me pueda dejar dormir, al menos por hoy.

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