Este blog forma parte del proyecto Diario Intimo de una Ficción Verdadera. Se realiza dentro del marco de la materia Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, División de Ciencia Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades, bajo la dirección del Mtro. Sandro Cohen.


lunes, 20 de febrero de 2012

Versión corregida
Estoy decidida

Ayer por la tarde Daniel se volvió a ver con ella. Ya estoy harta de esta situación. Voy a vengarme a mi manera.

Este engaño será el tema para mi tesis. Si Daniel obtiene provecho de este engaño, por qué yo no.

Le comenté a mi profesor que la infidelidad de mi esposo sería mi proyecto final, a lo que respondió que no le resultaba ético y dijo recuerda que un buen sociólogo debe dejar de lado sus sentimientos y prejuicios al realizar una investigación . Le respondí que no me interesaba, que mi investigación sería de forma humanista y que mi herramienta sería la observación participante. Obviamente, yo ya había pensado en todas las respuestas necesarias para que el profesor aprobara mi tema.

Comencé con preguntarle a Daniel si me era infiel y me dijo que no. Ahí comenzó mi investigación, sin que él supiera nada al respecto.

El profesor mencionó que debía estudiar todas las variantes que pudiera, dándome a entender que debía ocasionar reacciones diferentes en él, para poder estudiar el engaño desde varias perspectivas.

Ayer llegué un poco después de las cinco de la tarde: me senté a comer con mi hijo, le di un baño, jugué un rato con él y a las ocho de la noche lo llevé a dormir a su cuarto.

 Sin decir nada a Daniel comencé a arreglarme para salir. Al ver lo que hacía, me preguntó si pretendía salir. Me reí y no dije nada. Esa noche salí a las nueve de mi casa y regresé muy cerca de las tres de la madrugada. Daniel estaba esperándome despierto, cuando a él no le gusta desvelarse. Me preguntó con quién había salido. A lo que yo no contesté. Me dijo de manera muy hiriente que si había salido solo para tener una aventura. Yo le contesté que sí. En ese momento comenzó a gritarme que por qué le hacía esto, si él ya me había aclarado que no me engañaba con otra.

Yo sé que mi silencio le duele más que los insultos que le pueda decir. Por eso decidí no contestarle nada e irme a acostar. Por fin pude volver a dormir, pues mi venganza comenzó. Daniel no tiene idea de lo que le espera.

Mi primera conclusión de la investigación es que: el individuo infiel no soporta ser engañado, aunque solo haya sido un metaengaño. Por esta ocasión.




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