Desperté sintiendo un
agobio que ya no podía ocultar. Mi esposo me preguntó si estaba enferma o si me
sentía mal, porque me veía muy pálida y cansada. Sentí mucha rabia por dentro y
me dieron ganas de decirle la verdad, que lo había visto besándose con
otra mujer y que quería el divorcio. Pero algo me detuvo y contesté que sentía un poco de
resfriado, pero que iría al doctor más tarde.
Estando en la escuela, mi
maestra de métodos de investigación nos platicaba que toda investigación surge
a partir de una pregunta.
Me vinieron a la cabeza
todas las preguntas que me había hecho respecto al engaño de mi esposo. Pero la
que no me dejaba en paz era mi curiosidad por saber todo acerca de la relación que
existía entre él y su amante.
Tomando un café con una
amiga de la escuela, me surgió la idea de seguirlos e investigar qué era lo que
hacían juntos.
Comencé a seguirlos, pero
sólo se vieron para tomar un café: se tomaban de las manos y se besaban esporadicamente.
Esto hasta ahora no respondía a mis preguntas.
Cada uno tomó camino hacia
sendos trabajos. Esperé cerca de su trabajo hasta la hora de la
salida, y se volvieron a encontrar. El la llevó a su casa y se fue. Decidí permanecer
fuera de la casa de su amante. Una hora después salió con un niño menor que mi
hijo. Sentí mucha rabia e incertidumbre pues ese niño, por su edad, podría ser hijo de mi esposo.
Los había seguido, según yo,
para encontrar respuestas y lo único que obtuve fueron más confusiones.
Mi esposo llegó a casa, y al
ver que yo no estaba esperandolo como todas las noches, llamó a mi celular y me
preguntó donde me encontraba. Y yo no quería que sospechara nada, así que
decidí decirle que me encontraba en el consultorio médico como le había comentado en la
mañana.
Al llegar a casa él me
preparó un té y unos panes tostados. Me preguntó si quería ver una película con
él. Yo no entendía si el remordimiento era tanto como para
que me consintiera tanto. Él sí me consentía mucho, pero eran tantas sus atenciones hacia mí que parecía estar disculpándose con
sus actos.
Esta entrada capta perfectamente la idea de un diario en el sentido tradicional. Incluso, podría ir todavía más lejos. ¡Para eso están las demás entradas! En cuanto a la redacción, sin embargo, hay muchos problemas básicos. Estos, sin embargo, son fáciles de resolver con poner un poco de atención.
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